La entrevista en profundidad es una de las técnicas más conocidas en las investigaciones de metodología cualitativa y aun así es una de las más controvertidas y complejas. En las palabras de Carmona y de Flores (2007), su función es recopilar información sobre conocimientos, creencias, rituales, de una persona o sobre la vida de una sociedad, su cultura.
Las técnicas cualitativas, generalmente, buscan los diferentes valores y significados a los fenómenos sociales. Asimismo, el elemento perseguido por la entrevista en profundidad es la singularidad de la experiencia vital de cada uno de los informantes (Palacios & Rubio, 2003).
Utilizamos la expresión "entrevistas en profundidad" para referirnos a este método de investigación cualitativo. Pero, ¿qué es la entrevista en profundidad?.
“La entrevista es ‘la herramienta de excavar’ favorita de los sociólogos” (Benney y Hughes, 1970, como citado en Taylor & Bogdan, 2008).
Podríamos decir que las entrevistas en profundidad son un modelo de conversación entre iguales, y no una entrevista guiada por preguntas formales. “Es una serie de conversaciones libres en las que el investigador poco a poco va introduciendo nuevos elementos que ayudan al informante a ofrecer más información” (Spradley, 1979, como citado en Carmona & de Flores, 2007). Es decir, al no ser un método flexible, permite profundizar o direccionar la información según el contexto. “El propio investigador es el instrumento de investigación” (Taylor & Bogdan, 2008).
Los autores Taylor & Bogdan (2008), también identifican las siguientes características específicas de la entrevista en profundidad: flexibilidad, dinamismo, no directivas, no estructuradas, no estandarizadas y abiertas.
Hay tres tipos de entrevistas en profundidad:
Historia de vida o autobiografía sociológica.
Entrevistas en profundidad que se dirigen al aprendizaje sobre acontecimientos y actividades que no se pueden observar directamente.
Entrevistas cualitativas tiene la finalidad de proporcionar un cuadro amplio de una gama de escenarios, situaciones o personas.
Una vez lo hayamos definido y caracterizado, ¿cómo se desarrollará esta técnica?. Como sucede en otros ámbitos de trabajo, partimos de una base. Así pues, tanto la técnica como la propia investigación deberán estar determinadas por el interés del objetivo y las hipótesis. Cada uno de los entrevistadores creará una guía, acotará la dirección de la investigación y obtendrá herramientas que se adaptarán al objetivo. Si queremos utilizar la entrevista en profundidad como técnica de análisis, los siguientes puntos son los pasos a tener en cuenta.
En primer lugar, es importante repasar las herramientas, tiempo y espacio del que disponemos y necesitamos. En cuanto a las herramientas, puesto que las entrevistas suelen ser presenciales y personales, generalmente no suponen un problema económico. Palacios y Rubio (2003) añaden que la grabadora o el diario son un buen instrumento de ayuda. Por otra parte, la duración o el tiempo de aplicación de la entrevista es difícil de definir, existen limitaciones. Los autores aconsejan tener un tiempo mínimo de 30 minutos. El objetivo es lograr el empleo más eficiente del tiempo, sin ser demasiado corto ni demasiado largo, el investigador debe saber cuando la temática debe finalizar. Por último, es importante que existan espacios seguros donde la persona para la persona entrevistada.
Una vez construida la base y el guión inicial de nuestra investigación, comenzamos con la selección del entrevistado. Es una fase que puede ser alterada en el transcurso del proceso. “La selección de entrevistados se basa en su conocimiento y aptitud para informar sobre una temática específica” (Anduiza Perea et al., 1999, como citado en Palacios & Rubio, 2003). Es difícil determinar cuántas personas se debe entrevistar, eso queda bajo el criterio y las posibilidades del investigador. Desde luego. Existen varias maneras de encontrar informantes, el modo más fácil de constituir un grupo de informantes es la técnica de la "bola de nieve": conocer a algunos informantes y lograr que ellos nos presenten a otros (Carmona & de Flores, 2007).
Respecto a la persona seleccionada, es esencial que tenga tiempo para dedicar a las entrevistas y, además, que tenga buena voluntad y capacidad para hablar sobre sus experiencias y expresar sus sentimientos (Taylor & Bogdan, 2008).
El entrevistado es el único protagonista de la entrevista y esta girará en torno a la persona. Si existe interés en aplicar esta técnica, es relevante tener en cuenta la discusión acerca de el reconocimiento mediante el pago. Es decir, hay ideas contrapuestas entre sí es ético y útil pagar a la persona entrevistada por su colaboración y tiempo o si puede condicionar la información recogida.
Continuando con la otra cara del método, al igual que es importante entender el rol del entrevistado, es imprescindible trabajar el rol del entrevistador. Es el orientador de la interacción conversacional. Palacios y Rubio (2003) remarcan que el entrevistador debe saber que el objetivo de la entrevista abierta, lejos de cambiar la forma de pensar, es desentrañar las ideas, actitudes, significados subjetivos, e imágenes que éste manifiesta acerca de un fenómeno social determinado.
Nuevamente, Palacios y Rubio (2003) definen que el entrevistador debe cumplir los siguientes requisitos:
Obligación y capacidad de garantizar a su interlocutor el anonimato y confidencialidad.
Transmitir al entrevistado el sentimiento de que su opinión es fuertemente valorada.
Ser tolerante ante opiniones extremas, diametralmente opuestas a las suyas.
Para Taylor y Bogdan (2008) también son considerables diferentes claves en la dinámica, el conocimiento de cuándo y cómo sondear, explorar, escudriñar. Es decir, saber sondear los detalles de las experiencias y significados que atribuyen a estas, tanto como percibir cuando se aparta la entrevista de la conversación cotidiana (Z).
Además de todo lo anterior, antes de comenzar con la técnica, el entrevistador debe conocer el proceso de desarrollo y recoger diferentes tácticas para promover el método. Spradley señala las etapas que pueden verse en el proceso de desarrollo de una entrevista en profundidad: aprehensión, exploración, cooperación, participación (Carmona & de Flores, 2007). Por lo tanto, para dar comienzo a la interacción, es importante que los primeros momentos se realicen en un clima natural para el entrevistado; incluso en algunas situaciones, plantear lo motivos de la investigación, mostrar una agenda de reunión organizada y asegurar la oportunidad de leer y comentar u opinar antes de la publicación (la última palabra) según Taylor & Bogdan (2008).
También hay elementos que pueden favorecer un clima confortable y natural, como la escucha activa, realizar comprobaciones cruzadas y ser sensibles.
Respecto a las tácticas para promover la locuacidad del entrevistado, Carmona y de Flores (2007) mencionan las siguientes: el manejo del silencio, los gestos neutrales, la reafirmación o repetición, la recapitulación, la aclaración, el cambio de tema y la situación post-entrevista. Por supuesto, la relación e implicación del entrevistador es determinante tanto en la fase de aproximación como al finalizar la entrevista en profundidad; es importante que comprenda que en el proceso se construye un vínculo en el que él también tendrá que dar y gestionar el los lazos creados.
Por último, a la hora de llevar a cabo una entrevista en profundidad, es relevante tener en cuenta las ventajas y desventajas de esta. Centrándonos en la parte negativa, la técnica es susceptible de producir las mismas falsificaciones, exageraciones y distorsiones característicos de todo intercambio verbal (Taylor y Bodgan, 1998, como citado en Palacios & Rubio, 2003). Cuando el investigador descubre incoherencias en el discurso de su interlocutor, debe tratar de resolver estas contradicciones con tácticas como la comprobación cruzada. Al contrario, este método proporciona muchas ventajas en la investigación, como por ejemplo un contexto flexible y espontáneo, un menor error por falta de respuesta, conocer motivaciones profundas y obtener respuestas libres, afectivas y comprometidas (Carmona & de Flores, 2007).
Para finalizar y a modo de resumen, la entrevista es una técnica abierta de formato flexible que proporciona al entrevistado expresarse libremente sobre sus experiencias, perspectivas e ideas de diferentes situaciones sociales. En conclusión con todo lo anterior, la estrategia a la hora de definir los recursos, la selección, el rol del entrevistador, el lugar y el trato es determinante y fundamental en este método de investigación cualitativa.
BIBLIOGRAFÍA
Carmona, C. S. V., & de Flores, S. R. (2007). Implicaciones conceptuales y metodológicas en la aplicación de la entrevista en profundidad. Laurus, 13(23), 249-262.
Palacios, S. P. I., & Rubio, K. L. A. (2003). La entrevista en profundidad: teoría y práctica. Universidad autónoma de Tamaulipas.
Taylor, S. J., & Bogdan, R. (2008). La entrevista en profundidad. Métodos cuantitativos aplicados, 2, 194-216.
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